Al umbral del Bicentenario del Perú, veo con apego el retrato de los tres perritos de raza Perro Sin Pelo del Perú que están figurando como mascotas autóctonas de nuestro país en algunas de nuestras embajadas de Europa, América del Norte y el Caribe.
A través del retrato puedo observar la mirada de ternura que transmiten estos perritos y al mismo tiempo admirar su belleza física: silueta, postura y aplomo; cualidades que adquirieron gracias a las condiciones geográficas de su tierra de origen, el Norte y la Costa Central del Perú. Una tierra que, por un lado, está acompañada de fastuosas playas y, por el otro, de enigmáticas pirámides de adobe que emergen de un vasto territorio desértico donde el Perro Sin Pelo o “Viringo” (como lo llaman en el Norte) ha podido desarrollar sus aptitudes físicas y mentales. Coincidentemente, al hablar de esto recuerdo una conversación que tuve con el Señor Roberto Rodriguez Arnillas, Embajador del Perú en Canadá, cuando hablábamos de Apu, su hermoso ejemplar de la raza.
“Quería tener la oportunidad de tener un ejemplar de nuestra raza nacional y poder mostrarlo en el país donde trabajo para que mucha gente conociera esta hermosa raza canina” – Roberto Rodriguez Arnillas, Embajador del Perú en Canadá.
En efecto, gozando de un clima costero semicálido pero también tropical seco, el Perro Sin Pelo forma parte de un territorio de varios ecosistemas y megadiverso.
En cuanto a su carácter, sin duda, el Perro Sin Pelo es un can tierno y noble. Este es el resultado del afecto que recibió de los señores de las más altas élites del Perú prehispánico, así como de los pobladores de esta tierra. Y el arraigo profundo de este can en la historia de nuestro país es lo que le permitió subsistir hasta nuestros días.
A través de este retrato podría imaginar que cada uno de ellos posa con orgullo junto a la bandera blanca y roja del Perú, con el mismo orgullo que posaron delante de los ceramistas e iconografistas precolombinos. Pero evidentemente no se trata de una cualidad humana, sino de la belleza propia del Perro Sin Pelo del Perú que cautivó a los antiguos peruanos y que nuevamente está recuperando la inspiración de los nuevos artistas.
Hace pocos meses, conversando con la Señora María Eugenia Echeverría Herrera, Embajadora del Perú en Rumanía, Croacia, Montenegro, Macedonia del Norte y República de Moldavia, a propósito de Quilla,su mascota engreída, me comentaba lo siguiente sobre las bondades del Perro Sin Pelo del Perú:
“[Son] perros nobles y apegados al dueño (en realidad, a todas las personas de la casa), cariñosos, juguetones, de un temperamento positivo” – María Eugenia Echeverría Herrera, Embajadora del Perú en Rumanía, Croacia, Montenegro, Macedonia del Norte y República de Moldavia.
Sin embargo, por un instante pienso sobre el impacto que tuvo el nuevo modelo social y religioso impuesto durante la colonización del Imperio de los Incas en este noble can. Ícono de las antiguas culturas peruanas, se le impusieron estigmas que perduraron por muchas décadas, a tal punto que estuvo prácticamente olvidado en su propio país durante más de dos centurias.
A pesar de ello, hoy en día el Perro Sin Pelo esta recuperando nuevamente un espacio en la sociedad y reconquistando el cariño de los peruanos, tal y como nos comenta el artista plástico de fama mundial, Alberto Quintanilla.
“Este siglo, se dice que es el siglo del Perro. El Perro Sin Pelo regresa absolutamente solo imponiéndose a la historia y al tiempo y desafiando al espacio hasta llegar a otros países” – Alberto Quintanilla, Artista Plástico.
¿Qué es lo que esta pasando? ¿Se trata de un mundo donde la modernización nos aparta más de nosotros mismos, acercándonos más a nuestros animales? ¿O de la simbiosis entre la magia inherente al Perro Sin Pelo y los cambios fundamentales de una sociedad en constante reconstrucción de sus valores históricos y en busca de reinventarse para dar cara a los nuevos desafíos en pro de la conservación su biodiversidad y la protección de su medio ambiente?
Por cierto, hoy por hoy, sin darnos cuenta, la modernización nos impone nuevos retos y los peruanos estamos avanzado en este tema. Aunque a paso lento, ya hace varias décadas se declaró la Ley de Protección del Perro Sin Pelo del Perú, la cual lo reconoce como patrimonio nacional y especie a preservar. Lamentablemente, esta ley aún no es conocida por todos los peruanos.
Sin embargo, esto felizmente va a cambiar. Con esto en mente es que se ha creado un Decreto Ley que dispone la tenencia de canes de esta raza en los sitios arqueológicos de la costa peruana. Como resultado, varios museos del país están ya haciendo un trabajo de puesta en valor del Perro Sin Pelo del Perú desde hace varias décadas que tiene como fin educar a los visitantes sobre el Perro Sin Pelo como parte intrínseca de la cultura prehispánica que se estudia en el lugar. Uno de estos museos que expone con mucho orgullo al Perro Sin Pelo del Perú es el Museo de Túcume en Lambayeque, donde hasta se ha edificado un cementerio dedicado a esta raza. La Directora del museo, la Arqueóloga Bernarda Delgado Elías, es amante de la raza desde hace muchos años y tuvo la idea de construir dicho cementerio para rendir homenaje a todos los perritos que vivieron con ella tal cual lo hicieron hace milenios con los antiguos pobladores de Túcume.
“Chisca Primera era una perrita muy buena. Tuvo hasta cuatro camadas de perritos. Ella fue la que me inspiró a construir este cementerio de canes Sin Pelo del Perú. Serán nuestros ángeles guardianes por toda la vida” – Arqueóloga Bernarda Delgado Elías.
Así como Túcume, también existen otros museos del Norte del Perú y de Lima que hace varias décadas mantienen por lo menos un ejemplar de la raza y que promueven la cultura a través de exposiciones dedicadas a esta temática.
En el año 2015 realizamos el filme “El Perro sin Pelo del Perú”, el primer filme documental en la historia canina dedicado exclusivamente a esta raza peruana. Contó con el apoyo de la Unesco y de la Fédération Cynologique International (la asociación canina más grande a nivel mundial). Además de ello, se vienen realizando varias actividades culturales hace varias décadas: se han creado personajes animados del Perro Sin Pelo; se han publicado libros para niños, tiras cómicas y libros de esta temática; entre otras cosas.
Sin duda estas son algunas muestras de los avances que se vienen realizando a favor de la revalorización del Perro Sin Pelo del Perú. Gracias a los cuales este ha retomado un puesto importante en la lista de valores culturales de nuestra nación.
No puedo dejar de mencionar el gran trabajo que ha venido ejerciendo el Ministerio de Relaciones Exteriores para la difusión y conservación del Perro Sin Pelo. Hace pocos meses publiqué un artículo relacionado con el rescate de nuestro Patrimonio Nacional Vivo: un ejemplar de la raza que estaba siendo dada en adopción en la ciudad de La Habana, Cuba, ya que por falta de recursos sus dueños la habían sumido en penosas condiciones, según lo que me comentaba su mamá adoptiva, Claudia Betalleluz, Ministra en el Servicio Diplomático del Perú y Jefa de Cancillería de la Embajada del Perú en la Habana.
“Ni bien la adopté la bauticé con el nombre de Ñusta, devolviéndole así el bagaje cultural peruano que había perdido a su llegada a Cuba” – Claudia Betalleluz, Ministra en el Servicio Diplomático del Perú y Jefa de Cancillería de la Embajada del Perú en la Habana.
“El Tour de la Lengua” fue el nombre de la primera gira que realizamos en el año 2017 para presentar el filme “El Perro sin Pelo del Perú” traducido en lengua Quechua. La primera presentación se realizo en la Casa de la Literatura de Lima y fue seguida de conferencias dirigidas por la profesora, escritora y traductora de lengua quechua Gloria Cáceres Vargas y los realizadores del filme. En esta gira se resaltó la importancia de la lengua Quechua y el Patrimonio Vivo, el Perro Sin Pelo, dándole al Quechua una dimensión científica de gran interés para los jóvenes científicos peruanos. La gira se realizó consecutivamente en otras ciudades del Norte del Perú.
En el año 2019 lanzamos un cortometraje documental llamado “El Perro Sin Pelo del Perú con Pelo”. El título introduce la paradoja de la existencia de una variante que contradice el nombre de la raza. No obstante, este primer filme del tema revela la existencia e importancia de la variante de Perro Sin Pelo con pelo. Se presenta mucha información que hasta esa fecha ninguna institución peruana había osado difundir, quizás por falta de interés o escasa investigación de este tema. El filme introduce estudios científicos que, al investigar la variante peluda, vinculan por primera vez la condición genética del Perro Sin Pelo y el Foxi3, gen responsable de la falta de pelo. El filme fue estrenado en el Instituto Cervantes de París con el auspicio de la Embajada Peruana y fue seguido de una conferencia dirigida por el biólogo Víctor Vásquez Sánchez, presidente de la Asociación Arqueobios.
En dicha conferencia pudimos hacer un resumen de los avances científicos y arqueológicos que fueron realizados hasta esta fecha por instituciones y científicos mundialmente conocidos. Luego de esta presentación realizamos una gira con el apoyo de varias instituciones y universidades del Norte del Perú que se mostraron muy interesadas en profundizar más en este tema.
Por nuestra parte, la aventura del Perro Sin Pelo del Perú está recién comenzando. El segundo filme documental se encuentra en etapa de post-producción, y promete revelar mucho que hasta ahora se desconoce sobre la raza y los problemas políticos que oculta su desaparición de la historia moderna.
Pero aún hay un largo camino por recorrer. Al umbral del Bicentenario de nuestra independencia es momento para tomar distancia y mirar con perspectiva con la finalidad de encontrar soluciones para perpetuar la conservación de nuestro can milenario, el Perro Sin Pelo del Perú, y asegurarle el lugar que le corresponde en la sociedad de la nueva centuria.
Es posible que gracias a la propia magia del Perro Sin Pelo o “Viringo” ese lugar ya lo tenga asegurado. Tomando en cuenta esto, sumado al interés que constatamos a través de nuestros lectores (académicos, jóvenes estudiantes, amantes del Perro Sin Pelo y entusiastas en general), tengo el presentimiento de que los peruanos estarán a la altura de los nuevos retos para la conservación permanente de este can milenario.